26.5.09

simple y relativo

Y una mañana, todo cambia.
Mis manos venían más inquietas de lo habitual.
Debo declarar que cuando mis manos andan inquietas, algo sucede.
Entonces te llega un mensaje.

Y una tarde cualquiera, todo cambia:
te enteras que alguien cercano tiene cáncer;
te dan una noticia que te deja sin aliento;
te cruzas con alguien a quien no veías hace tantísimo tiempo;
te meriendas con que no es bueno lo que tienes en la cabeza;
te dicen las peores cosas que pudiste imaginar;
te susurran las mejores y quien menos esperas;
te enteras que la selección quedó fuera del mundial;
te viene a decir "Adiós" alguien a quien amas;
te asomas por la ventana y ves el arco iris sobre el mar;
te das cuenta de que los árboles ya no tienen hojas.

Y una noche como tantas otras, todo cambia.
Entonces cambia el rumbo de tu vida, armas nuevamente las maletas, decides regresar al río, al mismo sol, hasta que el tiempo marque el punto de regreso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy en buenos aires,no sé dónde estás y desearía verte.
Todo cambia lo sé, pues tu mail ha dejado de ser el que era.
Sabes quien soy, verdad?
Escríbeme si deseas y quizás podamos vernos...